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Proteínas salivales y diversidad trófi ca en murciélagos tropicales. Jiménez  et al

            en todas las especies capturadas, puesto que se podría  anhidrasa carbónica su peso molecular no coincide con
            considerar como una proteína retenida a lo largo de la  el encontrado para estas proteínas, alrededor de 30kDa
            historia evolutiva de las especies para metabolizar te-  (56). Por lo cual, la función que cumple esta proteína
            jidos de insectos. Dumont et al. (16) sugieren que la  en la dieta insectívora es desconocida. Sin embargo, se
            proteína de 30 kDa podría corresponder a una anhidra-  debe resaltar que el peso de 50 kDa sí se encuentra en
            sa carbónica encargada de mantener un pH básico y de  el rango de pesos de las α-amilasas, por lo que podría
            conferirle alta capacidad de amortiguamiento a la saliva  tratarse de una amilasa con glicosilación diferente a la
            de murciélagos insectívoros, lo que concuerda con los  glicosilación de los frugívoros (57). También se debe
            datos obtenidos por Dumont (11) en los que especies de  considerar que, pese a la insectivoría estricta de los ves-
            fi lostómidos que incluyen insectos en la dieta, como las  pertilionidos, también requieren de proteínas para pro-
            del género Carollia, exhiben valores mayores de pH y  cesar los carbohidratos que consumen en su dieta. Pese
            una mayor capacidad de amortiguamiento. Además, los  a que se sugiere la posible fi siología de las proteínas
            pesos moleculares y la función de la anhidrasa carbó-  encontradas,  es  importante  identifi car  su  estructura  y
            nica reportadas por Fernley et al. (56) concuerdan con  función para determinar su rol en la alimentación y en
            el reporte de peso molecular y fi siología que exponen  la diversifi cación de las dietas.
            Dumont et al. (16).
                                                               Cabe resaltar que la ausencia de determinadas proteínas
            Las proteínas de 50 y 60 kDa no presentaron señal fi lo-  que podrían estar relacionadas con la dieta en perfi les
            genética y su presencia en las especies estudiadas pudo  electroforéticos de especies con dietas similares podría
            ser explicada, en parte, por su dieta. Se ha reportado  estar relacionada con la concentración de la proteína de
            que insectívoros de la familia Molossidae presentan una  interés en la muestra, en comparación con la concen-
            proteína de 50 kDa, la cual tendría acción en la regula-  tración de las proteínas totales de la muestra. Ello se
            ción del pH; mientras que frugívoros pteropodidos ex-  infi ere considerando que no se midió la concentración
            hiben una proteína de 60 kDa que sería una α-amilasa  de  proteínas  totales  ni  de  proteínas  de  interés  en  las
            encargada de procesar los carbohidratos consumidos en  muestras, lo que indica la importancia de realizar esta
            las frutas (17). Da Costa et al. (57) afi rman que la dieta  medición en futuras investigaciones.
            alta en taninos, dietas herbívoras, estimulan los recep-
            tores adrenérgicos dando lugar a una mayor secreción  La bioquímica salival en murciélagos se encuentra más
            de amilasa. La estimulación de los receptores se genera  relacionada con la dieta que con su historia evolutiva,
            por el estrés inducido por la toxicidad de los taninos  puesto que las proteínas de 50 y 60 kDa encontradas
            (57,58). La banda de 55 kDa presente en Sturnira lilium  presentaron relación con las dietas insectívora y herbí-
            podría inferirse que es una amilasa, dado que el rango  vora, respectivamente, y la de 30 kDa podría ser una
            de peso molecular de las amilasas encontradas por Da  proteína retenida para el consumo ocasional de insec-
            Costa et al., (57) estuvo entre 48 a 66 kDa, la diferencia  tos. Por ello, podrían jugar un papel importante en la
            en el peso depende de la glicosilación de la proteína.  adaptación a los diferentes tipos de dieta, en especial
            Además, la función proteica de la amilasa coincide con  la proteína de 60 kDa que podría ser una adaptación
            la dieta frugívora de S. lilium. La ausencia de respal-  para el consumo de frutas y néctar en fi lostómidos. Esta
            do estadístico para la dieta como variable explicativa  proteína le habría permitido a los fi lostómidos metabo-
            se pudo generar por el tamaño muestral, puesto que la  lizar alimentos de origen vegetal, por lo cual pudo estar
            familia Phyllostomidae abarca más de 200 especies y  involucrada en la radiación adaptativa y diversifi cación
            el número de especies capturadas en este estudio fue de  ecológica de la familia. Además, dentro de los fi lostó-
            ocho. Algo similar sucedió con los vespertilionidos, ya  midos las proteínas salivales presentaron similitud en-
            que fueron incluidas solo cinco especies, considerando  tre especies predominantemente frugívoras y especies
            que se incluyeron las especies estudiadas por Dumont  herbívoras con consumo de insectos, mientras que entre
            et al. (16) (1,3,5,6,9). Por ello, se sugiere aumentar el  fi lostómidos y vespertilionidos se observó mayor dife-
            número de especies y con ello también se ampliarían las  rencia pese a que ambos consumen insectos.
            estrategias de alimentación a evaluar.
                                                               Agradecimientos
            La proteína de 50 kDa se identifi có principalmente en  Agradecemos a Alexander Velásquez de la Universidad
            murciélagos con alto consumo de insectos, como lo re-  de la Amazonia, al Centro de Investigación de la Biodi-
            porta Dumont et al. (16) y aunque la identifi có como una  versidad Andino Amazónica INBIANAM, a la comuni-

                                                                                                             99
            Rev. Asoc. Col. Cienc.(Col.), 2020; 32: 89-102.
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